La vida está llena de situaciones agradables y buenas, pero también algunas muy desagradables.
A veces las desagradables no las podemos asimilar. Cuando esto sucede, creamos una «cajita» dentro de nosotros donde guardamos el contenido de esa experiencia: las imágenes, las emociones, las sensaciones corporales y las creencias sobre nosotros mismos.
Esta caja se cierra con el objetivo de que contactemos lo menos posible con el contenido doloroso que hay dentro.
Pero se abre cuando vivimos situaciones similares, volviendo a sentir todo de nuevo.
¿Conoces tus cajas? Te ayudo a descubrirlas y liberarlas de recuerdos que te impiden vivir en paz